Educar los puntos de vistas: por una nueva pedagogía política.
Por: Bartolomé Pujals S. La imposición de sentido común como expresión más finalista de la labor política tiene diferentes formas de caracterizarse en una determinada sociedad política. La capacidad de que un actor genere en torno a sí un consenso en donde un proyecto de ideas, visiones, principios y valores singulares se conviertan y encarnen una idea universal que aglutine a las mayorías es pues una tarea performativa y narrativa que conlleva una constante construcción. La educación, en tanto proceso, cumple fundamentalmente esta función, este fin. Su especie, la educación política, la cual en realidad es el género, se configura como expresara Freire, en torno a la idea de sacralizar la realidad como algo detenido, estático, dividido y bien configurado. Es decir, la educación política cumple una doble función: normaliza y normativiza unas ideas, unos valores, unos principios. Es pues, una educación institucionalizante y en tanto así debe ser preponderanteme