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Mostrando entradas de enero, 2013

Mucho suspiro y poco bizcocho

Recuerdo que durante mi infancia eran frecuentes las disputas que se generaban en las fiestas de cumpleaños en las que me tocó estar como invitado unas veces y otras como anfitrión. El problema siempre era el mismo: todo el mundo se enfocaba en el suspiro y no en el bizcocho. Y cuando recuerdo esto, de alguna manera veo reflejada la clase política que se ha encargado de dirigir los designios de nuestra nación, tanto en su vertiente tradicional y dominante, como las susodichas fuerzas emergentes que se dice que hay y que no han tenido oportunidad de gobernar.   Mucho se ha discutido y analizado sobre la necesidad de transformar la sociedad dominicana, de darle un giro copernicano, hasta el punto que se ha convertido esta idea en una cuestión axiomática, no sujeta a controversias. Indudablemente, la República Dominicana tiene que ser cambiada, tiene que iniciar ese camino pendiente por recorrer desde su fundación. Con esta visión, mucho se ha dicho sobre la necesidad de qu

El Dominican Dream

El dominican dream comienza por pasar del estado de supervivencia en el cual la mayoría de los dominicanos nacemos, al estado de bienestar en que un grupo pequeño nace. En esa empresa no encontramos con dos postulados. El primero es uno teórico que señala que todos somos iguales. El segundo y no menos importante, es un postulado fáctico que nos indica que el primero no es cierto. Nos encontramos de frente con una situación que antes de comenzar a dar pasos para llegar al dominican dream, nos aleja de el, y es que no contamos con las mismas herramientas, mecanismos y oportunidades que otros para llegar a alcanzarlo. Nos paramos en el inicio del camino tratando de divisar el final, pero nos damos cuenta   de que tal tarea es casi un poema. Sin embargo, decidimos transitarlo. Tenemos la obligación de hacerlo. Se nos dice que al final encontraremos algo llamado felicidad. Nos dicen que si trabajamos duro y somos sumisos la obtendremos. Casualmente los que nos dicen que la recomp

El Comportamiento del Principio de la Separación de los Poderes en el Derecho Administrativo desde el Estado Liberal Clásico a la Actualidad.

Una de las grandes victorias de la revolución francesa y de todo el proceso de emancipación de los derechos y libertades públicas que tuvieron lugar en Europa desde finales del siglo XVII, fue la inserción del principio de la separación de los poderes o funciones públicas como una forma de garantizar un sistema de contrapesos que permitirá desconcentrar el poder de manos de que quien por años lo tuviese todo a su merced: el monarca. Durante el Estado de Policía que antecedió al Estado Liberal, la idea de que el poder estuviese distribuido en diferentes órganos era impensable. Bajo esa lógica, el Estado de Policía se caracterizó por “ un derecho ilimitado para administrar; que no reconoce derechos del individuo frente al soberano; el particular es un objeto del poder estatal, no un sujeto que se relaciona con él ” [1] En esa época de monarquías absolutas, el estado se regía por principios jurídicos idénticos tales como: “ The King can do no wrong”, “le roi ne peut mal faire”, quod